miércoles, 12 de octubre de 2011

De paseo por gotan.



Faltaban cuatro días para luna llena cuando aquellos tipos decidieron iniciar su metamorfosis. Dio igual el color de las capas, la máscara o el antifaz, ser Batman o Robin; el objetivo había quedado muy claro: beber hasta que saliera el Sol y regresar haciendo eses a la batcueva. Un remedio para dos amigos que necesitaban desempolvar sus corazones carcomidos por las polillas en las que se había transformado la imposibilidad de sus ambiciones, por las mentiras que avivaron el rencor de unos chicos que se merecían el mundo entero. Una solución de vida o muerte.
Así que allí se reencontraron, dándole de merendar a una amistad que necesitaba crecer, ya que si uno caía el otro se tiraba al suelo por acompañarlo, y para hacer el mal, que siempre viene bien.

“Camarero ponga un vodka a Rafita Perestroika”  

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