Billy Sonrisas soñaba cada día con volar junto a la chica de
sus sueños, elevando sus pies desde ese suelo pegajoso que insinúa realidad para
poder cambiar por verdades sus quimeras y, luego, mear contra el asfalto desde
lo más alto del muro. Salía a la calle con la idea de encontrase con ella,
agarrarla del brazo y despegar, despegar rumbo a cualquier rincón donde un beso
suyo pudiese explicar lo que nunca había intentado; pero al final, él siempre
se estampaba contra su propia mentira, Billy Sonrisas era el tipo más triste de
toda la ciudad.
Se dice que un día le vieron sonreír, y poco después de
olvidar que hubo existido, se ve aquel brillo en el cielo.

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