Son sueños que volaban
como trozos de papel
rotos en mil pedazos,
hasta que la carretera
los empapó de realidad…
porque ningún sueño
está hecho para andar.
Con la luna de testigo
del sollozo del doncel
celoso, vencido, cansado
de buscar a su doncella
oculta en la oscuridad…
porque hay sueños que
es mejor nunca soñar.
Y la brisa del olvido se
despojó de aquel clavel
sobre el pozo del pasado,
entre lágrimas sinceras
y suspiros de piedad…
porque un sueño
es muy difícil de olvidar.
Y la bruma de la duda
como esbozo del pincel
cojo entre sus trazos,
pinceladas que flaquean
y que ocultan la verdad…
porque hay sueños que
es mejor nunca pintar.
Y el velero del recuerdo
retozó y el timonel
recibió sus astillazos,
que peligro las quimeras
que pululan por el mar…
porque hay sueños
que te hacen naufragar.
Y la guerra de la vida
la perdió mi coronel
que murió por los balazos,
que salió de las trincheras
y no supo disparar…
Y es que hay sueños
que no dudan en matar.

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