La cuenta de los años no perdona
y creces y ríes, sueñas y lloras,
aprendes y enseñas y enamoras.
La cuenta de los años no perdona
y amas y sufres, exiges e imploras,
gritas, te enfadas, detestas y adoras,
y otra vez sufres y otra vez más lloras.
La cuenta de los años no perdona
y ganas, pierdes y olvidas y añoras
y maldices la cuenta y hieren las horas,
y aunque sufres y sufres y lloras y lloras,
no te rindes, luchas, vences y gozas.
La cuenta de los años no perdona
y condena y atormenta y te azota,
y consuela porque aprieta y no te ahoga.
La cuenta de los años no perdona,
te instruye, guía, corrige y alecciona,
ayuda, dificulta, disgusta y mola.
La cuenta de los años no perdona
y aunque sufres y sufres y lloras y lloras,
cuando llega la luz siempre mejora.