Me consumo tras la fachada de mis versos
que me ahogan con sus palabras,
tras mis sueños que desean lo indeseable
mientras pienso en tu sonrisa en la distancia,
en tus ojos, tus piernas, mis trabas,
en el tacto de tus labios intocables.
Me escondo del rechazo de tu mano
y del frío que deja en el recuerdo,
de la vida y sus apuestas,
del destino que a tantos ha torturado
escupiéndolos al averno,
del martirio de una relación…
de una relación que no es la nuestra.